La cocina actual de la Casa de Alba

La vida de la gente con posibles suele despertar curiosidad ¿Cómo vivirán? ¿Cómo serán sus casas? Para muchas de estas dudas están las revistas del colorín, pero ¿alguna vez os habéis preguntado cómo se come en un palacio? Si hay uno que está en el punto de mira de los españoles, ese es el de la Duquesa de Alba, (con permiso de Zarzuela) aunque mejor hablar en plural, pues tan noble dama posee más de uno y de dos. La cocina actual de la Casa de Alba, un libro de Eva Celada, recoge las recetas que se cocinan en la actualidad en las residencias de la familia de Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII Duquesa de Alba.

Muchas de esas recetas son realmente sencillas, venidas del recetario popular español, como el gazpacho, que además de figurar en sus preparaciones más tradicionales, ocupa un capítulo entero revisitado con lechuga, melón, remolacha o zanahoria, entre diecisiete referencias. Son los gazpachos de Cayetana.

Otro de los capítulos se ocupa de la Semana Santa y la Feria, con picoteos que se ven muy apetitosos en la fotografías de Cristina Rivarola. Aceitunas rellenas, croquetas, migas o tortilla de patatas para ir abriendo boca durante la fiesta. La cocina de diario tiene su sitio, con una selección de platos habituales sobre los manteles de palacio, Así como la cocina de los invitados, con perdices, patos, rodaballos y corderos para agasajar a las visitas.

Parece que en las cosas del comer todo está estructurado, ya que según se puede leer en el libro, tanto los niños como el servicio disfrutan de un menú diferente al de los ilustres palaciegos, no menos lustroso, todo hay que decirlo. El último capitulo es un homenaje de varios cocineros andaluces que reinterpretan algunas de las recetas emblemáticas de la Casa de Alba. Entre ellas, destaca el postre de chocolate con nueces pacanas caramelizadas, café vainilla y helado de jazmín, de la mano de Dani García, que recientemente ha obtenido la segunda estrella Michelín para su restaurante Calima.

De entre todas las recetas nombraré una que me ha llamado la atención por su sencillez y presentación: los huevos Chad, presentados sobre pan y jamón, y acompañados por salsa bearnesa y arroz pilaf.