En Italia hay mucha variedad de locales para comer, como ristorantes, trattorias, enotecas y pizzerías, más o menos especializados. En una librería de Bérgamo, cercano a Milán, donde me alojaba, compre esta útil Guía Michelín de las trattorias de Italia.
Como reza el subtítulo de la guía “una mesa con gusto y poco gasto”, la diferencia fundamental, aunque no la única, es el precio. Las trattorias son más baratas para comer, y los horarios más flexibles, siendo locales más o menos familiares, equivalente a las casas de comidas. Son muy visitadas por la gente joven y familias, estudiantes y muchos turistas, sobre todo en las ciudades más conocidas.
Los platos, en general, suelen ser tradicionales. Muchas veces nos ofrecen platos locales que debemos descubrir. El servicio es atento y nos hacen sentirnos a gusto. A pesar de ser más económicas, las trattorias son lugares bien decorados, la comida está bien presentada y seguro que salimos satisfechos.
Cuando hablamos de precio barato, estamos hablando en torno a 30 euros por persona, o incluso más. Y es que Italia es cara para comer, y es fácil pagar 50-60 euros en un restaurante. La guía nos ayuda a localizar las trattorias que más se ajusten a nuestros gustos, estando dividida por regiones y localidades. Como es habitual en esta guía, se adjuntan iconos que nos orientan sobre los servicios, tipo de comida que se ofrece, ubicación, o incluso una recomendación “gourmand”, en aquellas que han impresionado a los inspectores.
Además de esta información útil, se incluyen comentarios acerca del local o el tipo de cocina. Por último, se recomiendan varias platos, imagino aquellos que más hayan satisfecho a los inspectores.
500 trattorias seleccionadas de toda Italia, que nos proponen una comida completa, de dos platos y postre, en torno a 30 euros. Imprescindible para viajar por este país sin arruinarnos.
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