Aprende a descongelar el congelador en 15 minutos y olvídate de estar picando hielo durante horas

Seguramente sea una de las tareas más odiadas, por lo engorroso del asunto y por el tiempo que lleva desde que empieza el proceso hasta que dejamos el frigorífico en perfecto estado de revista. O, al menos, eso era así hasta ahora, ya que te traemos un truco infalible para que puedas descongelar el congelador en tiempo récord.

Así que, si estás terminando tus vacaciones y ya ha llegado ese duro momento que todos tenemos que afrontar, toma buena nota de lo que te traemos a continuación. Tampoco debes descuidar estos consejos si simplemente estás limpiando el congelador porque te han dicho que esta operación de mantenimiento debe hacerse con una cierta periodicidad (hay quien habla de una vez al mes).

¡Por fin vas a poder olvidarte de tener que estar un buen rato, y con sumo cuidado, picando hielo, o tener que esperar horas hasta que se descongelen las placas de hielo!

Gracias a este truco, además de limpiar el congelador y prolongar la vida del electrodoméstico, nos aseguraremos de que los alimentos que hay en su interior estarán siempre en las condiciones de conservación óptimas. De hecho, puedes aprovechar para hacer inventario de lo que tienes dentro y así no te vuelves loco cada vez que quieres localizar uno de esos alimentos que han sido almacenados hace meses.

¡Hora de romper el hielo!

Bueno, en realidad esto es precisamente lo que no vamos a tener que hacer. Si queremos eliminar ese exceso de hielo que se adhiere a las paredes del congelador, y de paso limpiarlo y liberarlo de malos olores o restos, solo tendremos que desenchufar el frigorífico de la toma de corriente y guardarlo todo en bolsas especiales para asegurarnos de que se mantienen las bajas temperaturas.

Otra opción es usar un segundo congelador, aunque esto sólo podrán hacerlo unos pocos afortunados, sobre todo si tenemos en cuenta el precio de la luz últimamente. Lo que tenemos que hacer a continuación es calentar un poco de agua en una cacerola para que, una vez que empiece a hervir, la metamos dentro de nuestro congelador, cerremos la puerta y esperemos alrededor de un cuarto de hora sin hacer absolutamente nada.

Seguidamente, llega el momento de volver a abrir el congelador. En ese momento notaremos que el exceso de hielo se ha derretido y ya sólo tendremos que quitar el agua que se habrá formado durante ese proceso.

Ahora bien, no vayas como pollo sin cabeza. Para evitar que el agua fluya y ponga todo perdido, coloca bayetas en la parte delantera del congelador antes de cerrar la puerta. Luego tendrás que estrujarlas varias veces hasta que hayan absorbido todo el agua.

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