Hay una manera muy fácil de dejar como nueva la zona intermedia del cristal por el que se ve el interior del electrodoméstico
Donde el horno acumula más suciedad es en su interior, esto está claro, y es lo que más dolores de cabeza trae a quienes quieren mantener impecable este electrodoméstico.
No obstante, el uso continuado de esta zona de la cocina conlleva que se acumule la suciedad en todo el entorno del electrodoméstico: tanto en su interior como en su exterior y zonas intermedias.
Pero desmontarlo para limpiarlo por completo suele resultar engorroso (pese a que no es tan difícil como parece), y son muchos los que descartan limpiar el horno a fondo por no manipular sus tornillos y enganches.
La puerta del horno es un ejemplo de esta suciedad permanente que se va posando en esta máquina, sin que hagamos nada para cambiarlo.
En concreto esto pasa en el interior de la doble puerta acristalada, ya que no es sencillo desmontarla y su suciedad es imperceptible, a no ser que uno haga el ejercicio de mirarla.
Pero que no sea evidente no significa que no exista, ya que la grasa va posándose lentamente y emborronando la visión que tenemos del interior del horno desde el exterior.
Por ello, es importante también aprender a limpiar esta zona con unos sencillos pasos que, seguro, facilitarán la vida de cualquier amante de la limpieza del hogar.
Encontrar el hueco
Lo primero es examinar con atención la puerta para observar si en esta existe algún hueco por el que meter una bayeta. Sorprendentemente son muchos los modelos que dejan una zona abierta entre cristal y cristal, en la que se puede meter perfectamente la mano para limpiar.
Al dar con esta zona abierta, solo habrá que buscar un elemento alargado que nos permita acceder a toda la superficie del cristal, a través de ese hueco, como por ejemplo una pala de madera, con la que vayamos moviendo el paño húmedo o bayeta.
Esta bayeta se tiene que atar a este utensilio y sumergirla en una solución por ejemplo de agua y bicarbonato. También se puede aplicar el producto que se usa habitualmente en la puerta exterior.
Finalmente, este gadget casero solo tendrá que insertarse entre los dos cristales y realizar varias pasadas hasta que la grasa se vaya desincrustante.
Horno sin hueco
En el caso de que el horno de casa no tenga este afortunado hueco, así que habrá que desmontar los cristales. No se trata de una operación quirúrgica, sino que solamente requiere un poco más de tiempo.
Como ventaja, en este caso está el hecho de que los resultados serán siempre mejores con el cristal desmontado, ya que se podrá llegar a toda la superficie de una forma mucho más fácil.
Para desmontar estos cristales, hay que desatornillar los tornillos laterales que se encuentran en la puerta del horno para acceder a la apertura de los cristales. Hay que tener cuidado y sujetar muy bien los vidrios para que no se dañen.
Una vez extraídos se pueden limpiar como se hace habitualmente con el exterior del horno y volverlo a montar siguiendo el proceso inverso al realizado.
Foto | Liliana Drew/Pexels y Freepik
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