Pan de molde recién hecho, disponibles cada seis minutos. Es lo que promete BreadBot, una máquina que ha despertado un enorme interés en el Consumer Electronic Show (CES), que se celebra estos días en Las Vegas.
El artefacto, desarrollado por la empresa estadounidense Wilkinson Baking Company, está pensado para hornear pan fresco en los supermercados, sin mayor atención por parte de los empleados que surtirle de harina, levadura y agua.
El BreadBot puede producir diez panes cada hora, con un tiempo de arranque de aproximadamente 90 minutos, antes de que salga el primer pan. Con un descanso de 30 minutos (para la limpieza) y el reabastecimiento ocasional de ingredientes, Wilkinson Baking Company estima la capacidad de producción de BreadBot en aproximadamente 235 panes todos los días.
Alquilar el robot tiene un precio estimado de 100.000 dólares cada cinco años. El invento, obviamente, no está pensado para particulares, sino para cadenas de supermercados a los que podría ahorrar tiempo y dinero.
¿Cómo funciona?
El aparato contiene diversas partes que emulan la fabricación tradicional del pan: se mezclan los ingredientes, se amasa la harina y se crean los panes, que pasan a otro espacio en el que reposan y pasan por un examen de calidad. Tras esto, el pan se hornea en una cámara de alta humedad, que alcanza un máximo de 200 grados centígrados.
Tras el horneado, los panes entran en una cámara de enfriamiento, en la que tiene que permanecer 18 minutos. Una vez en esta cámara, los clientes pueden observar los panes y seleccionar cuál quieren llevarse mediante una pantalla táctil. En cuanto se selecciona el pan, pasado el tiempo de enfriamiento, un brazo mecánico lo entrega al consumidor.
“Los minoristas que usan BreadBot pueden beneficiarse de un aumento potencial de 20 veces en los márgenes de ganancias finales, mediante la eliminación del costoso proceso actual de distribución de pan”, asegura el comunicado de prensa de BreadBot. “Además, se beneficiarán de un mayor interés de los consumidores y maximizarán la productividad de los empleados”.
Wilkinson Baking Company prevé que los consumidores utilicen directamente el robot, pero también que se emplee como un medio de producción más, manejado por los empleados en la trastienda de los supermercados.
Una de sus ventajas, aseguran, es que se reduce enormemente el desperdicio alimentario, ya que el número de panes horneados se puede adaptar a la demanda diaria en la propia tienda. Además, solo se debe enviar la harina y la levadura, lo que según la compañía reduce el coste del transporte a una sexta parte.
Imágenes | Wilkinson Baking Company
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