Un lugar en el que se conjugan los cursos de cata, un restaurante, un bar y un servicio de catering es Cata 1.81.
Inicialmente la idea de sus propietarios, era montar un bar, pero las necesidades de la clientela moldearon una nueva configuración del negocio dando lugar al que es hoy en la actualidad. Puedes aprender, catar y comer, todo lo relacionado con los secretos del vino o de la gastronomía.
En este establecimiento podemos comprar numerosos vinos, aunque es mucho mejor tomarlo en el local, acompañado de alguna de las propuestas gastronómicas tan personales y contemporáneas tomadas de la cocina catalana.
Degustar el Ravioli de bacalao esqueixat con humus, ceps y tomate junto al vino que nos aconsejan, es una propuesta recomendable para pasar un rato agradable recreando nuestro paladar.
Poseen unas 300 referencias de grandes vinos y de ellos, unos 20 los podemos degustar por copas. Sus referencias siempre se actualizan, incorporándose las novedades del mercado. Si te encuentras en Barcelona, acércate a Cata 1.81, todos tus sentidos gastronómicos disfrutarán.
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