Hace cosa de una semana os hablaba de la chocolatina rellena de papas que la marca Chuao había lanzado en Estados Unidos, así que podéis imaginar cual fue mi sorpresa el otro día al encontrarme estas Choco Chips El Valle que habían enviado a la oficina, y que son algo parecido, en este caso patatas fritas bañadas en chocolate.
Lógicamente, no he podido resistirme a probarlas, porque ya sabéis que me encantan este tipo de experimentos y combinaciones poco convencionales de sabores.
Diseño y aspecto
Lo primero que llama la atención es el diseño "premium" del envoltorio: una bolsa de aspecto metálico con acabado mate y una etiqueta negra que la rodea, donde podemos leer el nombre de la marca y el producto, así como una imagen de lo que nos encontraremos dentro. En mi caso además venia en una caja blanca con una acabado y un diseño muy bonito, pero me imagino que eso tiene que ver más con el envío.
Una vez abrimos la bolsa nos encontramos finalmente con las papas bañadas en cocholate de forma individual, y solo por una cara. Es decir, que por un lado hay cobertura de chocolate, y por el otro se ve que se trata de una papa ondulada.
Sabor y textura
Llega ya el momento de la verdad. ¿Están tan buenas las papas bañadas con chocolate como su nombre parece indicar? La respuesta no es una palabra, sino más bien una expresión de cierta indiferencia: psé.
A ver, no es que no estén buenas, cuando das el primer mordisco y te encuentras con esa cobertura abundante de chocolate (similar a la de las palmeras de chocolate) con el interior crujiente y ligeramente salado de la papa, pues sorprende, pero para mi no se ha explotado suficientemente esa combinación.
Y es que la papa, debido a esa cobertura chocolateada y a que es más gruesa de lo normal (imagino que para soportar el peso del chocolate sin romperse), pierde gran parte de su crujiente, pero sobre todo es una cuestión de que el contraste del dulce salado no es para tanto.
Probablemente a las patatas les haga falta un toque de sal más intenso para que se produzca ese contraste, porque ahora mismo las sensaciones que estas Choco Chips El Valle dejan en el paladrar son muy similares a las de una palmera de chocolate, y tampoco resultan tan adictivas como imaginaba, de eso que abres el paquete y no puedes parar hasta que no quede ni una. Pero no dejéis de probarlas, porque es una experiencia curiosa.
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