Cocinando en casa, comiendo en el bar

Esther Clemente

Colaborador

Soy una chica coruñesa, veterinaria de profesión y que por circunstancias de la vida acabé viviendo en Asturias donde llevo ya una buena temporada. Cuando me preguntan por qué me gusta tanto cocinar, siempre respondo lo mismo: "¡Por qué mi madre odia meterse en la cocina!".

Dicen que la crisis económica agudiza el ingenio, así que mientras un diez por ciento de los bares holandeses afectados por ella están cerrando en Amsterdam, un grupo de jóvenes hosteleros han descubierto una fórmula para que su negocio no solo se mantenga, sino que se haya convertido en uno de los locales más solicitados y frecuentados de la ciudad. Basis, que se traduce como básico, está causando furor.

Aquí los clientes pueden llevar su propia comida ya sea preparada en casa o bien comprada en otros lugares, solo va a pagar las bebidas que consuman. El concepto en sí no es nuevo, pues ¿quién no recuerda los clásicos merenderos en donde te sacabas la cesta de picnic con todas tus viandas y solo te exigían pagar las bebidas? eso sí, era imprescindible que fueran compradas en el local. Aún me parece ver los carteles colgados en los troncos de los arboles avisando de esta norma.

Pero claro, en una ciudad como Amsterdam este concepto ha parecido revolucionario, según sus promotores la gente al principio no comprendía el mecanismo, aunque poco a poco fue entendiendo el sistema y gustándole cada vez más. Así que en sus cinco meses de vida ha alcanzado gran popularidad sobre todo entre los jóvenes, que ven que pueden seguir saliendo a cenar fuera y pasar una noche con sus amigos, sin gastar tanto dinero.

El Basis ofrece a sus clientes platos, cubiertos, servilletas e incluso hasta microondas para calentar la comida. Esta suele ser en su mayoría casera y sencilla, aunque también hay clientes que se traen platos más elaborados como lasañas o especialidades japonesas. Pero para los más vagos o aquellos que no saben cocinar, el bar proporciona una lista de restaurantes vecinos donde puedes encargar tu comida, sobre todo locales de fast-food que te la acercan al Basis. El compromiso por parte del cliente, que ninguno traiga bebida del exterior y que toda ella sea encargada en el bar.

Aquí en nuestro país, como nos comentaba Paco el otro día, ya están apareciendo otras alternativas a la hostelería tradicional, pero ¿creéis que este tipo de locales pueden ser una salida para seguir haciendo vida social aún en épocas de crisis? Finalmente y como reflexión personal, aunque esto es un negocio y los conceptos son distintos, es triste que un bar como Basis te ofrezca todos estos servicios ( platos, servilletas, microondas…) y por lo mismo nos quieran cobrar en el colegio de nuestros hijos cuando éstos lleven su propia comida.

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