Cuando de niña veía películas futuristas en las que la gente vivía en cápsulas y se alimentaba de concentrados en píldoras, me entraba una triste esperanza en cuanto al futuro. No podía imaginar que dejáramos de masticar los alimentos que tanto placer me provocaban, y más tarde entendí, o quise entender, que aquello no era más que un juego del guión.
Muchos años más tarde probé la comida para astronautas y con un poco de buena voluntad conseguí sacarle un cierto regusto dulce. Ahora parece que seguimos pintando el futuro como un panorama desolador para la comida tal y como la conocemos, pues nos llegan noticias de una hipotética comida para imprimir, una iniciativa del Cornell University's Computational Synthesis Lab.
Con un funcionamiento parecido al de una impresora convencional, basado en diversos cartuchos llenos de comida procesada en estado líquido, se trata de una impresora en tres dimensiones. Según parece, y para entender un poco más el invento y su propósito, no se trata de una impresión tal y como la conocemos, sino más bien una suerte de mangas pasteleras tecnológicas que crearían formas con la comida. Los alimentos se mezclarían con sustancias espesantes y las recetas se podrían compartir en las redes sociales, pudiendo imprimirlas y comerlas apretando un solo botón.
Poco sugerente y francamente desesperanzador, este asunto me recuerda que ya es hora de ir haciendo una buena fabada como es debido. En tres dimensiones claro, cocinada durante varias horas, con su inconfundible sabor ahumado y presta para ser comida cucharada a cucharada.
Vía | Gizmodo Imagen vía | Quapan en Flickr En Directo al Paladar | Impresora de comida En Directo al Paladar | Cricut Cake, un aparato para dale forma a la comida