Una mezcla refinada entre desayuno y comida que está ganando cada día más adeptos es el brunch.
Se suele celebrar entre amigos, durante la media mañana del domingo, y sin ningún tipo de prisa. Esta palabra nació de la contracción de las palabras Breackfast=desayuno y Lunch=comida.
Degustas primeramente pastelería fresca, embutidos, quesos, mantequilla y mermelada con café, té o zumos y a continuación se pasa a lo más sustancioso tanto en los alimentos como en la bebida. Pasamos a la cerveza o vino acompañando a bocados más consistentes.
Tener la tarde libre y así poder descansar es lo que facilita este concepto alimentario. Cada vez se preparan más brunchs en un hogar particular para deleitar a la familia o amigos.
En el brunch se prescinde excepcionalmente del contenido calórico, es decir, comer a placer sin pensar en lo que engorda y así disfrutar de deliciosos bocados y desconectar a gusto sabiendo que hay todo un día por delante para descansar.
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