La startup holandesa Mosa Meat, pionera en la fabricación de carne de laboratorio, ha recibido 8,8 millones de dólares en una ronda de financiación con el objetivo de tener listos sus productos en 2021.
La compañía, comandada por Mark Post, el científico de la Universidad de Maastricht que logró presentar la primera hamburguesa cultivada en laboratorio de la historia, está investigando el proceso para fabricar carne sin necesidad de sacrificar animales. Y ha encontrado a dos socios principales: el sueco Bell Food Group, una de las mayores empresas cárnicas de Europa, y el gigante farmacéutico alemán Merck.
Cuando Post presentó la primera hamburguesa de laboratorio del mundo, en 2013, el coste de su fabricación ascendía a 330.000 dólares. Ahora el científico asegura que puede recortar los costes hasta los 10 dólares por hamburguesa, según ha explicado en The Wall Street Journal.
“Una colaboración perfecta”
Peter Verstrate, CEO de Mosa Meat, ha asegurado en un comunicado que trabajar con Bell Food Group y Merck es “una colaboración perfecta”, citando el trabajo de Merck en la financiación de startups científicas y la experiencia de Bell Food Group en el procesamiento y distribución de carne.
“Los métodos actuales de producción ya no podrán satisfacer de manera sostenible este aumento en la demanda”, asegura la compañía cárnica
Puede resultar paradójico que una empresa que se dedica al procesado de carne invierta en una compañía que podría fabricar un producto que, aparentemente, competiría con sus salchichas y demás productos. Pero como explica la empresa suiza en un comunicado, el consumo de carne no va a dejar de incrementarse, y crecerá hasta un 70 % en 2050.
“Los métodos actuales de producción ya no podrán satisfacer de manera sostenible este aumento en la demanda”, asegura la compañía cárnica. “Con la inversión en Mosa Meat, Bell Food Group quiere apoyar el desarrollo a largo plazo de nuevos métodos de producción que ofrecen una posible alternativa a los consumidores que están reevaluando su consumo de carne por razones éticas”.
Como explicábamos recientemente, la industria alimentaria no es ajena al auge del veganismo, y está metiendo toda la carne en el asador –nunca mejor dicho– para no perder su lugar en los nuevos productos sustitutivos que puedan surgir.
La batalla no está haciendo más que comenzar.
Imágenes | Mosa Meat
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