Imagínate un glaciar de nieve liofilizada o un desierto de chocolate o una playa comestible. Esta es la última tendencia de los grandes cocineros de vanguardia, los paisajes comestibles. Ferran Adriá dejó perplejos a quienes se acercaron a El Bulli con un plato especial llamado el Deshielo.
Sobre el plato, se recreaba un glaciar en el que se incluían escarchas, nieves, hielos… Este plato reproducía las sensaciones invernales. Pero no acaba todo ahí, también puedes degustar un plato muy sugerente, Desierto de cacao con canela, frambuesa, etc., incluso había un árbol seco de chocolate.
No sólo Ferran Adriá realiza este tipo de postres, la cocinera Fina Puigdevall del restaurante Cols de Olot (Cataluña), elabora un postre que se asemeja a un paisaje volcánico de cráteres, lavas y cenizas, todo el compuesto está hecho a base de cacao y azúcar.
Una técnica con la que trabajan los hermanos Roca, del Celler de Can Roca, consiste en reproducir la estructura de una planta, para haceros una idea, la tierra y la raíz de la planta la consiguen elaborar con destilados texturizados de trufa. Todo el conjunto, las hojas, el tallo, las flores… dan la sensación de tener un jardín en tu boca, claro, con muy buen sabor.
Estos fantásticos chefs, no dejan de sorprendernos con sus creaciones, creo que nos apetecería probar el Cañón del Colorado, ¿será tal y como aparece en las fotografías?
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