El verano pasado os hablaba sobre The Loaf, una pop up bakery que estuvo en San Sebastián durante tres meses y que tuvo un éxito arrollador, y hoy quiero contaros sobre una nueva moda que se está instaurando poco a poco en nuestro país, los restaurantes pop up en España, pero ¿vienen para quedarse? o ¿sólo es algo pasajero?
Está claro que la época económica que estamos pasando no es buena, y que hay que renovarse o morir en cualquier tipo de oficio para poder sobrevivir, con lo que vemos en cada vez más ocasiones como la escasez agudiza el ingenio, y se están tomando ejemplos de negocio que ya funcionan hace unos años en el resto del mundo.
Pero qué es un restaurante pop up
Un restaurante por up es un restaurante temporal con caducidad que puede durar meses, semanas o incluso días u horas concretas y que se puede habilitar en cualquier sitios y en lugares tan dispares como una casa particular, una fábrica, una caravana, un tren, un barco, un festival o cualquier lugar abandonado que se motivo atrayente para el público general.
El atractivo de estos restaurantes reside en la singularidad de la ubicación, escasa durabilidad en el tiempo y por supuesto el bajo coste que tienen. Se valen de las redes sociales, como Twitter, para darse a conocer y el secretismo y exclusividad que se obtienen de este modo es uno de los puntos fuertes que tienen.
Son aprovechados por chefs de renombre o jóvenes promesas que con este restaurante con caducidad quieren dar a conocer su trabajo, aunque también algunos particulares se lanzan a hacer este tipo de evento sin miedo. Este tipo de restaurantes surgen en Londres y Nueva York ya hace unos cuantos años, pero hace dos o tres es cuando se empieza a expandir la idea por el resto del mundo.
Restaurantes pop up por el mundo
Desde París a los Ángeles, Berlín, Tokio o Bruselas se reparten por diferentes países. En Berlín el Speinsenklub Neukölln regentado por dos hermanas, organizan el último domingo de cada mes una cena temática para unos 30 comensales y que ocurren cada vez en los lugares más insospechados. Ludobites del chef francés Ludo Lefebvre se ha llevado su restaurante a cuestas varias veces por Los Ángeles, abre un mes, cierra y se cambia de ubicación.
Sin forma de contacto más que a través de Twitter, no le gusta la denominación pop up y prefiere decir que está de gira. The Cube con vistas al Duomo de Milán o al Big Ben de Londres este restaurante impulsado por la marca de electrodomésticos Electrolux presume de que todos sus chefs poseen alguna estrella Michelín.
Ya están en España
La moda de los restaurantes efímeros también ha llegado a España y aunque todavía con una "rareza" parece que viene pisando fuerte y para quedarse. El pasado mes de febrero, con motivo de San Valentín, durante dos días se celebró en Barcelona el evento Titanic en el que se incluía una cena de gala inspirada en el famoso barco.
También en Barcelona We Pop durante el mes de marzo convirtió el salón de belleza The Secret Room en un espacio eventual en el que se sirvió desde carne a la barbacoa, hasta guacamole a ritmo de DJ. Para seguir sus andanzas y poder enterarse de posibles regresos hay que seguirlos en Facebook.
Y en Madrid la empresa Menudavida Organic Food ha llevado a cabo varias experiencias pop up con degustación de platos en lugares clandestinos y secretos, la dirección y detalles se desvelan en el último minuto al hacer la reserva a través de un email.
Los contras
Todo esto es muy interesante a mi modo de ver, diferente y con una idea llamativa de éxito seguro, a fin de cuentas lo clandestino siempre llama la atención y el lado oscuro de las cosas tiene su encanto pero claro ¿nos hemos parado a pensar si este tipo de restaurantes son del todo fiables? ¿La seguridad y la higiene alimentaria están aseguradas en estos locales al cien por cien?¿Qué sucede si alguien se pone enfermo?
En muchas ocasiones ni siquiera recibes una factura como comprobante ¿a quién se reclama si algún ingrediente estaba en mal estado? Si el restaurante eventual quizás ni exista ya...Por otro lado se puede considerar desleal este tipo de negocio temporal según cómo se mire. Si tienes un restaurante de toda la vida junto a la Torre Eiffel y llega alguien con un evento como este a precio de risa, puede no hacer mucha gracia al restaurador local.
Y quiero pensar que todos estos "locales" efímeros cuentan con un seguro en toda regla para trabajadores y clientes. Probablemente sí, al menos los bien organizados, pero y los que se hacen en una casa particular. Creo que en mi caso me pensaría mucho el acudir a un restaurante por up, pero como parece que vienen para quedarse, hay que estar bien informados.
Imágenes | abadestriana, jlastras
En Directo al Paladar | The Loaf. Una pop up bakery en San Sebastián