A la artista alemana Sarah Illenberger le ha debido sobrar mucho helado de este verano, y en vez de comérselo todo de un tirón o compartirlo con algún amigo al que le hayan roto el corazón, ha decidido crear una serie de divertidas esculturas, porque ya lo dice el refrán: si la vida te da limones, haz limonada, si te da helados ¡Haz esculturas! (¿o no era así?)
Illenberger, que ya nos demostró que le gusta jugar con la comida con sus creaciones surrealistas mezclando alimentos con objetos, nos transporta ahora a un mundo en el que los helados viajan en globo, se convierten en pavos reales o son volcanes en erupción.
De toda la serie, sin embargo, me quedo con la que se parece extrañamente a la Catedral de San Basilio de Moscú, popularmente conocida por la Catedral de la Plaza Roja, y muy famosa por sus cúpulas en forma de bulbo, que Sarah ha recreado con diferentes sabores de helado y toppings de todo tipo.
No sé vosotros, pero además de admirar su buena mano como escultora, la originalidad y la belleza de sus creaciones, también voy a alzar mi copa (de helado, claro) para felicitarle por conseguir no comerse sus creaciones antes de hacerles la foto. Yo no sé si podría.
Vía | Fubiz
Más información | Sarah Illenberger
En Directo al Paladar | Othman Toma prefiere usar helados para pintar sus cuadros