Un estudio elaborado por la Universidad de Almería, nos informa de que el café que ha sido tratado con filtros de papel capaces de retener los alcoholes (el café sin filtrar libera dos tipos de alcoholes, el cafestol y el cabehol, elementos que se asocian a un aumento del colesterol malo o LDL), proporcionan como resultado un café que no incide en el aumento del nocivo colesterol.
Se realizó un estudio en el que 30 voluntarios debían ser consumidores de café habituales, acostumbrados a disfrutar de entre 3 y 7 tazas diarias. Durante 9 meses los investigadores administraron café sin filtrar y café filtrado para comprobar la incidencia en el organismo, los resultados indicaban que el café filtrado producía un descenso del colesterol LDL y un aumento del HDL.
Nos hubiera gustado contar con las cifras de la reducción, en muchas ocasiones hemos podido comprobar como los investigadores se hacen eco de un gran descubrimiento cuando las diferencias son mínimas. Pero tendremos que esperar, pues los estudios continúan, ya que estos datos pueden variar dependiendo de algunos factores de cada individuo, de momento están preparando un estudio a personas con riesgos cardivasculares y otras patologías.
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