Cuando aparecí en casa con la enorme caja de la cafetera superautomática que me había comprado habían dejado para probar, la abrí y la puse sobre la encimera de la cocina, mi novia se rió de mi. "Menudo trasto", decía, "si ya tenemos la cafetera de cápsulas que ocupa la mitad".
Claro que la algarabía le duró poco, justo hasta que le dije que el cacharro costaba más de 400 euros, por mucho que esgrimiera las cinco razones por las que me he gastado merece la pena gastarse tanto dinero en una cafetera superautomática.
Sin embargo, el tiempo ha venido a demostrar que sus risas fueron injustificadas. Ahora es ella la que más la usa, haciendo buenos los argumentos que expuse aquel día, y que hoy comparto con vosotros.
1. Porque hace café a tu gusto con solo pulsar un botón
Bueno, estrictamente hablando, puede que dos, porque hay que encenderla antes, pero os hacéis a la idea. No hay que rellenar café en un cacito, ni poner una cafetera al fuego, ni siquiera sacar una cápsula de un paquete... Encenderla, dejar que se purgue sola (cosa de segundos) y darle al botón para que empiece a salir ese deseado café.
La cafetera en cuestión es una Cafetera espresso superautomática Philips 4000 que se puede conseguir desde 449 euros, aunque hay un modelo con alguna característica menos (la Philips 3100) que se puede conseguir por 362 euros en Amazon.
Esta cafetera permite hasta tres preajustes diferentes según el botón pulsemos (espresso, espresso lungo y café clásico) pudiendo adaptar la cantidad de café a nuestros gustos, así como también su temperatura e intensidad, aunque eso lo veremos en detalle luego.
2. Porque puedes escoger tu café en grano favorito
El problema con las cápsulas de café es que, aunque en algunos casos hay mucha oferta, estamos pagando el café a un precio el kilo muy superior a que si lo compráramos en grano, sin poder escoger tampoco nuestra variedad o combinación de variedades favorita.
Con una cafetera superautomática puedes disfrutar de un café en grano recién molido, y decidir si quieres cuánto quieres gastarte en un café, desechando definitivamente las cápsulas, que generan más deshechos y resultan sensiblemente más caras.
Personalmente, mi experiencia es que el café sale bueno incluso con el café en grano de marca blanca (he probado Lidl y Hacendado) pero que se nota la diferencia si nos pasamos a un café mejor, en torno a los 20-25 euros el kilo.
Este modelo de Philips en concreto, además, ofrece la posibilidad de añadir café molido en un pequeño compartimento, de manera que siempre podamos tener dos tipos de café diferentes en la cafetera (normal en grano y descafeinado molido, por ejemplo), lo cual es muy cómodo.
3. Porque puedes escoger la intensidad de cada café
A mi el café me gusta más bien fuerte, mientras que a mi novia le gusta suave. Es por eso que agradecemos mucho la posibilidad de poder escoger la intensidad de cada café fácilmente con solo apretar el botón correspondiente, pudiendo elegir en una escala del uno a cinco.
En función de la intensidad escogida, la máquina ajusta la finura de molido y el prensado del café para lograr el café deseado.
4. Porque es como tener una cafetería en casa
Aunque como mejor se disfruta un buen café es solo, hay muchos momentos del día en los que te apetecen otras preparaciones: un latte machiatto para el desayuno, un capuccino a media mañana, un café machiatto después de comer...
Gracias al potente espumador que incluyen estas cafeteras, calentar la leche y conseguir esa siempre resultona espuma es más fácil y limpio que nunca.
5. Porque se limpia sola
Cada vez que se enciende y se apaga, la cafetera hace un proceso de purga y limpieza automático para que cuando preparemos el café este salga siempre perfecto.
Lógicamente, de vez en cuando es necesario vaciar el depósito de agua sucia y el de los posos del café, así como mantener limpio el tubo del espumador. Este modelo en concreto dispone de una amplia bandeja para el agua residual y un depósito de posos para 15 servicios, lo que hace que no sea una tarea habitual.
Además, cada cierto tiempo de uso (en mi caso, a los tres meses) es necesario aplicar el programa de descalcificado (usando un producto descalcificador), pero no es algo de lo que uno deba preocuparse, ya que es la propia cafetera la que te avisa y guía durante el proceso.
También me gustaría destacar el gran depósito de agua del que dispone (1,8 litros), de manera que no hay que estar rellenándolo constantemente, sino que dura mucho tiempo. Además, es extraíble, por lo que es muy cómodo de rellenar.
Bonus: Porque el café sale muy bueno
De nada serviría todo lo destacado si el café no saliera realmente bueno. Que si uno se gasta esa cantidad de dinero en un cafetera es para disfrutar de un buen café.
En ese apartado, al menos la cafetera que he podido probar, es sobresaliente. El café sale con cuerpo y nunca se quema, por lo que se pueden apreciar todos sus matices. Si a eso añadimos que permite personalizar al detalle, poco más se puede pedir, aunque poniéndonos muy exigentes, los cafés no salen con tanta crema como me gustaría, si bien es algo que cambia según la variedad escogida y el grado de intensidad elegido.
En definitiva. ¿Recomendaría gastarte 400 euros en una cafetera superautomática? Pues si te tomas más de un café al día en casa y eres de los que los disfrutas (y no lo haces solo por la cafeína) entonces la respuesta es sí.
Mi novia, que no es muy cafetera y antes era feliz con una de cápsulas, ahora la ha relegado al ostracismo y está cogiendo polvo en un rincón, así que probablemente cuando se lleven la cafetera de prueba acabe comprándome una parecida.
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