En 1886 un farmacéutico creó la formula de la Coca Cola y desde entonces ha llovido bastante. Se han dicho y desdicho muchísimas cosas sobre ella, cuya única misión era oscurecer en la medida de lo posible el éxito de este refresco de fama mundial.
Se han oído historias tan disparatadas como que era capaz de consumir un bistec de ternera si lo introducías en Coca Cola, con lo cual al entrar en contacto con las paredes de tu estómago, no podías imaginar lo que te podía pasar a ti. Como ésta, otras tantas más.
La realidad es que un consumo excesivo sí que es perjudicial, pero no sólo con esta bebida, con todo. La Coca Cola es un cóctel a base de conservantes, colorantes, ácido fosfórico y demás. Por poner un ejemplo, el ácido fosfórico combinado con fructosa y azúcar refinado dificulta en nuestro organismo la absorción del hierro, en consecuencia la probabilidad de sufrir anemia es mayor.
Otro componente, la cafeína, abusar de este estimulante puede producir aceleración del pulso, pequeñas taquicardias y subidas de la tensión arterial. Así podríamos ir enumerando componentes (no todos, claro está) y adjudicando los efectos correspondientes por el abuso, pero repetimos, no sólo en la Coca Cola, en muchos más preparados y alimentos existentes.
A continuación detallamos algunos de los mitos atribuidos a la Coca Cola:
- Si quieres limpiar el WC, basta con verter una lata de Coca-Cola en él, dejando que la bebida repose durante una hora, seguidamente tiras de la cadena y queda bien limpio. El ácido cítrico en la Coca-Cola elimina las manchas de la porcelana.
- Para eliminar manchas de oxidación de las pegatinas en los coches, tan sencillo como frotar la superficie afectada con Coca Cola.
- Para limpiar la corrosión de los bornes de una batería de coche, vierte un poco de cola en cada borne y listo.
- Para aflojar un tornillo oxidado deposita un poco de la bebida en la cabeza del tornillo durante unos minutos.
- Para quitar la grasa de la ropa, pues eso, meter una lata de Coca Cola en la lavadora con ropa grasienta y no tendrás que recurrir a detergentes poderosos.
Un gran cúmulo de barbaridades, pero seguro que tú conoces alguna más y la puedes compartir con nosotros. La conclusión es que si no abusas, resulta agradable tomarse una Coca Cola de vez en cuando y no por ello nos corroe el interior. Por cierto, ¿con limón o sin limón?
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