El café es una de las bebidas que más nos encantan y lo encontramos a faltar si no lo disfrutamos por la mañana o tras una comida, pero ¿cómo lo preparas tú?
Puedes optar por el sistema clásico, el más tradicional y seleccionado por la mayoría de personas, o también puedes convertir esta bebida en un auténtico postre con el que disfrutar. En algunas cafeterías especializadas te proporcionan distintas opciones, como por ejemplo un café a la canela con el que disfrutarás de un intenso sabor combinado con un apasionado aroma.
Prepararlo en casa en muy sencillo, basta con colocar en un cacito 8 cucharadas de brandy y añadir 4 cucharadas de azúcar, una ramita de canela y un trocito de piel de naranja. Mezclas todo el contenido y lo llevas a ebullición, apagas el fuego y dejas que infusione unos minutos.
Cuela la preparación y la mezclas con 4 tacitas de café largo. Sirve en las tazas de café, rocía la superficie de cada taza con un poco de nata montada y espolvorea un poco de canela en polvo.
Si eres de los que te gustan combinar el sabor del chocolate con el café, nada mejor que preparar un café al chocolate, muy fácil de hacer e ideal para los más golosos.
Deberás preparar una taza de chocolate bien densa y repartirlo en 4 tazas que contendrán la misma cantidad de café fuerte recién hecho. Mezclas bien la combinación y añade un poco de azúcar al gusto.
Si por el contrario eres de los que prefieren mezclar el café con los buenos licores puedes optar por un café irlandés o un café al licor. Para el irlandés hay que tener maña, pero si deseas hacer uno menos espectacular en casa, toma nota: vierte un par de cucharaditas de azúcar en caza taza o vaso, vierte un buen whisky caliente y mezclar para que se disuelva bien.
Incorpora a cada taza un café largo que esté bien caliente despacito, intentando que no se mezcle con el whisky y termina con un rosetón de nata montada. Después decora cada taza con un poco de café liofilizado dejándolo caer con la ayuda de un colador y dos o tres granos de café.
Un café al licor no es un carajillo, es una receta un poco más compleja. Para preparar un buen café al licor, deberás calentar en un cacito a fuego muy lento, 9 cucharadas de licor, puede ser un orujo, un brandy, un licor de almendra, etc., recuerda no permitir que entre en hervor.
Reparte el licor en 4 tazas de café fuerte previamente azucarado y añade unas gotas de leche con unos trocitos de almendras laminadas. Esta última receta se asemeja bastante al tradicional trifásico aunque en este caso le damos un poco más de calidad.
Bueno, seguro que conoces muchas más formas de preparar un buen café, nos encantaría que compartieras con nosotros cómo lo elaboras tú.
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