Estrella Damm Inedit. Cata de cerveza

Hace ya tiempo comentamos la noticia del nacimiento de una nueva cerveza que tenía la pretensión de rivalizar directamente contra el vino en los restaurantes, Estrella Damm Inedit.

Recordemos que la cerveza creada por maestros cerveceros de Damm y el equipo de sommeliers de El Bulli y es una cerveza pensada para el mundo de la gastronomía, que se puede disfrutar con cualquier tipo de plato, por sofisticado que sea.

Un vistazo a…
PANACOTA DE VINO TINTO rápida y deliciosa

En este caso, la cata es algo complicada puesto que la cerveza viene acompañada por una nota de cata predefinida, por lo que lo mejor, si hubiese podido desviar la vista, era no haberla leido. Cometido el pecado, la nota de cata oficial indica que es una cerveza de alta intensidad y complejidad aromática. Aspecto ligeramente turbio, aromas a especias dulces, a levadura fresca. Con un postgusto largo y recuerdo afable.

Cuando yo voy a un restaurante, tengo una manía: intento quedarme con el sabor del plato y que lo que bebo sea un acompañante, que complemente el sabor, pero que no lo camufle y que desde luego no me lo quite. Me fastidia ir a un restaurante, que sin bebida me gaste 50, 60 u 80 euros por cabeza y que por mal consejo o mala elección, se me ofrezca un vino que vaya a ser el protagonista, por que para eso pago una clase de cata y sé que voy a apreciar buenos vinos y no por mucho más dinero.

Básicamente lo que os he contado aquí es lo que me ha ocurrido con esta cerveza, y eso que el plato que hice aquel día tampoco era muy especial, un pisto manchego con huevos escalfados.

Cuando hice mis primeras catas de cerveza, me enseñaron que una de las cosas mas importante de la cerveza era su espuma. En este caso, al ser cerveza de botella, debemos desechar este aspecto un poco, puesto que la espuma que se consigue no tiene cuerpo ni cremosidad, de hecho tarda poco tiempo en desaparecer. ¿Será que me gusta demasiado una cerveza, bien tirada, de grifo?

A simple vista, Inedit me recuerda a una Franziskaner. No tan turbia, lo cual no es malo, tampoco bueno. Lo que pasa que el caso de la Franziskaner, de casta le viene al galgo, es una cerveza con fermentos en la botella. Ahora que Inedit tenga ese aspecto turbio, me imagino que será por esa mezcla de maltas de cebada y trigo que tiene en su composición, además de la levadura. A la vista, también se aprecia fina, con unas burbujas muy pequeñas y apetecibles.

Al gusto, creo que no cubre las expectativas o tal vez que soy demasiado tradicional. Los aromas a regaliz, cilantro, naranja, difícilmente me hacen fácil la comida. Le quita protagonismo al plato, de hecho he llegado a pensar que hice mal en tomarme la cerveza en la comida. Puesto que estoy seguro que en otras condiciones, en una merienda, en una reunión a la mesa con los amigos, unos aperitivos, la cerveza hubiese tenido mucho mejor comportamiento.

Sigo pensando después de esta cata que para una buena, o mala, comida, lo mejor es un vino acertado en la elección o un buen vaso de agua, de sabor neutro, que no destaque. Lo siento por Inedit, pero en la comida, no le doy buena nota (así que mejor no dársela) y fuera de la comida podriamos darle un notable.

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