Aunque habíamos oído hablar de ella, no la habíamos probado, tampoco la habíamos visto pero hay que decir que nunca la habíamos buscado. Fue por casualidad en el aeropuerto de Punta Cana donde topamos con la Fanta de Uva, así que la compramos.
No somos demasiado aficionados a los refrescos, sólo lo justo y más que nada los tradicionales, así que no teníamos demasiadas expectativas sobre este, refresco, pero sabíamos que habría otro miembro de la familia que estaría encantado, todo un acierto porque la Fanta de Uva sabe a golosina.
Su color es llamativo, seguro que queda muy bien para hacer combinados, pero al probarla parece que estás comiendo chucherías líquidas, demasiado dulce, algo empalagosa y sabor a uva… más bien a moras.
Leemos en la red que cuando llegó a España (creemos que el verano pasado) provenía de Brasil. En el envase de la botella que compramos indica que ha sido envasada en Santo Domingo, República Dominicana, con autorización de Coca Cola claro.
Pues nada, otro refresco descartado. ¿A ti te ha gustado?