Desde mi viaje a conocer el origen de la cerveza Pilsner Urquell, me he quedado prendado de las cervezas en las que el lúpulo es el protagonista, así que imaginaros cómo se me iluminaron los ojos al encontrarme con Montseny Lupulus, una cerveza que utiliza cinco tipos de lúpulo diferentes.
Se trata de una cerveza artesanal de estilo íber ale --o al menos así se autodenomina-- similar a las ales rubias belgas. Elaborada con agua del Montseny, un parque natural al norte de Barcelona, utilizan como base maltas y lúpulos que normalmente se emplean para elaborar cervezas tipo pilsen, pero recuperando la alta fermentación tradicional de la península ibérica. De esta manera tenemos una cerveza rubia y clara pero de alta fermentación.
Diseño y aspecto
El diseño de la botella y la etiqueta tiene un toque retro muy atractivo, al estilo de muchos otros productos artesanales, especialmente en los Estados Unidos. Predomina el color verde del lúpulo y también podemos encontrar un dibujo de la flor de esta planta tanto en el cuello como en la etiqueta.
En cuanto abrimos la botella y vertemos el contenido en la copa notamos su efervescencia, incluso las burbujas llegan a borbotear un poco al servirla, como si fuera un refresco. Esto se debe a que ha fermentado en botella y conserva todo el carbónico, aunque no resulta excesivo.
La espuma es abundante, blanca y medianamente persistente, mientras que la cerveza presenta un color pajizo con tonos dorados. Es ligeramente turbia debido a que no está filtrada, pero tampoco encontramos muchas impurezas.
Cata de cerveza
La Montseny Lupulus es una cerveza fresca desde el momento en que nos la acercamos a la nariz. Me recordó mucho a la Pilsner Urquell sin filtrar ni pasteurizar que pude probar en la fábrica, probablemente debido al aroma a hierba fresca del lúpulo.
En boca no es muy dulce, sino que siguen muy presentes los verdes y los frutos secos, solo al final se vuelve ligeramente amarga --y eso que el lúpulo es responsable del amargor de la cerveza-- pero lo hace de una forma muy peculiar y agradable, nada seco. Calma la sed a la vez que invita a dar otro trago.
En definitiva, una cerveza suave pero sorprendente, con buen cuerpo y muchos matices, especialmente indicada para los que disfrutan del aroma y sabor característico del lúpulo, aunque recomendaría a todo el mundo probarla. Como apunte final, es una cerveza que se aprecia mejor entre 6º y 8ºC de temperatura, el frío apaga su complejidad.
Montseny Lupulus
Iber Ale (Rubia de Alta fermentación) 5,4% Vol. Puntuación: 9
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