Hace poco, aprovechando un oferta de mi supermercado, me hice con un buen elenco de cervezas de importación que llevaba tiempo queriendo catar. La que más me apetecía probar era la Mort Subite Framboise, una cerveza Lambic afrutada y deliciosa.
Antes de entrar en materia, es importante saber que las cervezas Lambic son muy especiales, pues son las únicas con fermentación espontánea, es decir que no se les inocula levadura alguna, sino que son expuestas a la flora autóctona de la región de Pajotten --inserte su gracia obscena aquí-- al sureste de Bruselas, que cuenta con una gran variedad de levaduras salvajes.
Debido a esta peculiaridad, no es posible elaborar esta cerveza en verano, ya que la flora bacteriana disminuye durante el periodo estival. La fermentación se produce lentamente a unos 25º durante tres o cuatro meses, momento en el que la cerveza se lleva a barricas de roble donde otras levaduras siguen fermentando la cerveza desde seis meses hasta tres años.
Un poco de historia
La historia de esta cervecería se remonta hasta el siglo XVII, cuando fue fundada por Joris Van der Hasselt bajo el nombre de Kobbegem. Su nombre actual es más reciente, y hace referencia a un juego de dados muy popular entre los trabajadores que acudían al bar “La Cour Royale” de bruselas.
Conocido como "Mort Subite" porque la partida acababa súbitamente en una ultima tirada debido poco tiempo que disponían los trabajadores para descansar, el juego se volvió tan popular que el dueño acabó cambiando el nombre del bar por el del juego de dados, transmitiéndolo también a la cerveza Lambic que servía.
Las cervezas Morte Subite se diferencia de otras Lambic por su sabor afrutado, ya que se le añade bien frutas de cerezas maduras (la variedad Kriek) o juego de frambuesa (Framboise) con el fin de conseguir una fermentación más compleja de los azúcares. Al parecer, para su comercialización en España, también se le añade azúcar o edulcorantes para suavizar su acidez y adecuarla a nuestro poco expeditivo gusto cervecero.
Cata de Mort Subite Framboise
Presentada en un botellín con un diseño muy moderno, la cerveza Mort Subite llama la atención desde el primer momento con los colores intenso de la etiqueta, la atractiva imagen de frambuesas y un desafiante "Xtreme" bajo el nombre.
Al verterla, se nota espesa y con cuerpo. Una vez en la copa, presenta un color granate oscuro con tonos púrpuras. La espuma, abundante pero no muy persistente, se contagia ligeramente de estos tonos y deja un pequeño rastro en las paredes de la copa. No se aprecia burbuja alguna, algo lógico debido a su poca gasificación.
Al acercar la nariz las notas de frambuesa se apoderan de nosotros, anticipando lo que nuestro paladar catará enseguida. Una vez en la boca confirmamos no sólo ese sabor marcadamente afrutado, sino también su cuerpo y escasa gasificación, alejándola de lo que nosotros conocemos por cerveza, pero igualmente deliciosa.
El sabor a frambuesa se queda en nuestra boca un buen rato tras tragar, lo cual se agradece, aunque tal vez se hace un poco empalagosa hacia el final de la copa y agradecemos que el botellín sea pequeño. Quizás, para mi gusto, se han pasado con el azúcar.
En cualquier caso, la cerveza Mort Subite Framboise es muy rica, ideal para una noche especial en la que queremos cambiar la rutina y también para aquellos que no les gusta el amargor habitual de la cerveza, aunque desde luego no es apta para los que no les guste el dulce.
Cerveza Mort Subite Framboise
Cerveza Lambic con frambuesa 4,3% Vol. Puntuación: 8
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