Si hace nada estábamos hablando sobre la importancia de beber al menos dos litros de agua y que no se abusara de los refrescos, ahora volvemos a la carga con la recomendación de beber agua antes de tener sed.
Carlos de Arpe, miembro de la Asociación Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación nos advierte sobre los serios problemas que nos puede causar la deshidratación y la importancia de beber agua antes de tener sed, especialmente durante el verano. Se trata de un mecanismo preventivo apropiado para que el organismo no se resienta, no importa si las cantidades de agua son pequeñas, lo importante es que sean frecuentes.
Es necesario también realizar una dieta mucho más hídrica, la alimentación contribuye a prevenir la deshidratación y más cuando los alimentos son ricos en agua como las frutas o verduras. Adaptarse a los meses de verano bebiendo abundantemente y realizando comidas con alimentos que contengan más agua, ayudará a prevenir una posible deshidratación. ¿A quién no le sienta bien un gazpacho fresquito?
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