Un aguardiente con casta, el orujo

Un aguardiente de casta muy popular en el nordeste español es el orujo, sus principales lugares de culto son Galicia, León y Cantabria.

Unas de las primeras alusiones a los alambiques para elaborar orujos, se encontraron en el siglo XVII, aunque fue en el siglo XIX cuando, tanto la producción como el consumo se elevaron, pero este aumento se vio truncado por la creencia popular de que el orujo era nocivo.

Con la lucha de los alambiqueros y algunos políticos consiguieron que su destilación volviera a estar permitida en algunas localidades. Hay constancia de que en 1950, habían 2300 destiladores ambulantes.

En 1985 un nuevo reglamento provocó un gran cambio, sólo se podía destilar orujo en alambiques fijos, con lo cual muchos elaboradores se cobijaron en el manto de la clandestinidad.

Hoy en día Galicia se erige como la única región española que posee una denominación geográfica para este tipo de bebidas, y establece varias subzonas de producción como Ourense, Val do Miño, Ribeiro, Rias Baixas, etc.

El Orujo de Galicia se obtiene por destilación de los bagazos (orujos), que deben estar totalmente fermentados y en óptimas condiciones de conservación. Utilizan tres sistemas de destilación tradicionales, la alquitara, el alambique y el sistema de arrastre de vapor, y utilizan una u otra dependiendo de la cantidad a destilar.

A la hora de degustar un aguardiente de orujo, el olfato juega un papel esencial, por la gran concentración de alcohol etílico de esta bebida. La transparencia y la brillantez son fundamentales, el paladar también cobra mucha importancia, al primer trago no se puede apreciar la cualidad del aguardiente de orujo, pero tras este primer acercamiento, aparecerá la sensación de calor y comenzaremos a disfrutar de esta bebida.

El orujo es un conocido digestivo, también lo recomiendan contra catarros, gripes y dolores de cabeza. Un orujo joven se recomienda degustarlo entre 8 y 10 º C en copa de tulipa, mientras que uno envejecido puede tomarse entre 15 y 18 º C y en copa de balón.

El orujo afrutado que consumimos en casa procede de las tierras de León y está elaborado por un familiar nuestro, y aunque la botella casi no baja de nivel, en cuanto damos un trago, lo que sube es el calor y el buen sabor.

Más información | Orujodegalicia

Portada de Directo al Paladar