El gobierno chino reconoce que la producción alimentaria del país presenta serios riesgos para el consumo con motivo de las continuas infracciones sanitarias de algunas empresas alimentarias del país. Hasta 180 empresas han sido clausuradas por el gobierno chino al detectar que en los alimentos que elaboraban se añadían sustancias venenosas que llegaban a producir incluso la muerte de quienes ingerían el alimento en cuestión.
Desde luego esta noticia puede hacer que muchos occidentales adquieran cierta aprensión por los productos chinos, ya que se ha llegado a encontrar parafina, tintes o aceites minerales en setas, galletas o Tolú entre otros. Nosotros hemos comprado en varias ocasiones productos chinos pero siempre en establecimientos de confianza y siempre supervisados por el control de la Unión Europea.
Lo cierto es que hay un verdadero revuelo que trae de cabeza al gobierno chino, las denuncias se suceden y las empresas clausuradas aumentan. Productos caducados, de pésima calidad o con los añadidos que hemos mencionado, entre otros, provocan que el crecimiento económico en este sector, al menos en la importación a otros países, pueda caer de forma alarmante. En un mercado competitivo internacional este es un grave error que se paga severamente, no se puede jugar con la salud del consumidor.
El gobierno chino ha registrado nada menos que 23.000 casos de productos con las características antes mencionadas, y los que todavía no conocerán…
¿Por qué de repente tanta preocupación por la adecuada elaboración alimentaria?, durante los últimos años las muertes por la ingesta de alimentos venenosos se han sucedido y lógicamente no se pueden ignorar, además mostrarse impasivo ante la expectación internacional no sería nada recomendable.
Ya el año pasado la actuación del gobierno chino permitió requisar hasta 15.000 toneladas de alimentos que no cumplían los estándares sanitarios adecuados, éstos se traducían en 68.000 casos de alimentos falsos denunciados. Quizás necesiten otros sistemas de control alimentario o mejor dicho, en general, ya que otros productos como por ejemplo los de higiene corporal también se encuentran en la misma situación.
Esperemos que estos productos no hayan superado los controles europeos y no se encuentren amenazando a cualquiera de los consumidores amantes de la gastronomía china, sin olvidar a los propios del país.
Vía | El Economista En Directo al paladar | Los productos chinos se ganan la fama que cultivan