Leemos en Consumer un artículo relacionado con los postres desnatados de chocolate y dice una gran verdad, la llamativa descripción de “Bajo en grasas” hace que muchas personas se decanten por su consumo sobre todo si realizan dieta como desfogue de una alimentación con privaciones.
El tema está en el escaso o inexistente tiempo que se dedica a la lectura de la composición nutritiva de los productos que consumimos, para lo que además siempre es positivo tener unos conocimientos mínimos de la cantidad y calidad de cada uno de los componentes.
Dejarse guiar por la indicación “Bajo en grasas” puede ser un error, pues no implica necesariamente que sea bajo en calorías o que no engorde (esto depende de la alimentación, no de los alimentos).
Las cremas o postres lácteos de chocolate de los que hablamos muestran en letras grandes el contenido en grasa. Primero decir que hay que recordar que los envases no contienen los 100 gramos de producto que son de los que se describen los valores nutricionales, así que hay que sumarle una cuarta parte más. En cambio, los azúcares ni se mencionan.
Yogur desnatado en mano (Vitalinea, el que ahora tenemos en el frigorífico) vemos que es cierto, nos muestra los hidratos de carbono que es lo que se convertirá en azúcares, pero muchos consumidores piensan que cuantos más mejor. Sería más factible que, si en los ingredientes pone edulcorantes (igual si fuera azúcar), que pusiera la cantidad de ellos.
Daníssimo de Stracciatella en mano, lo mismo de lo mismo, dice en los ingredientes que lleva jarabe de glucosa y en los valores nutricionales nos habla de nuevo de los carbohidratos. En este caso sí especifica los valores nutricionales del envase (125 gramos).
En fin, que si estás a dieta no te dejes llevar por los mensajes llamativos que nos muestran los productos “Bajos en…”, se pueden tomar, pero moderadamente. Nosotros somos aficionados a leer las etiquetas, esperamos contagiaros.
Vía | Consumer En Directo al Paladar | Sorpresas con la información nutricional