Si hace algunos años la comida con la que iniciaban los chinos el día era el arroz o la sopa de fideos, ahora los hábitos instaurados son los occidentales, un vaso de leche con cacao y tostadas. La globalización alimentaria afecta a todo el mundo que participa en ella y los chinos no son un caso aparte.
Las nuevas tendencias sobre hábitos de consumo chinos son bien aprovechadas por las empresas que precisamente abastecen de estos alimentos, Bimbo o Nutrexpa llevan ya algunos años trabajando en el creciente mercado chino y otras empresas pujan ya por unirse a él.
Quizás no sea tan buena idea la globalización alimentaria si con ella además se adoptan diversos problemas alimentarios consecuencia de los malos hábitos. Seguro que en los próximos años, iremos conociendo noticias que indicarán que los trastornos alimentarios proliferan en ese país.
Se dice que "cuando ves las barbas del vecino pelar, pon las tuyas a remojar", muchos de los problemas y trastornos alimentarios instaurados en Europa, pueden ser evitados con una adecuada política alimentaria, dudamos de que el gobierno chino tome las medidas oportunas, el beneficio económico siempre se encuentra por delante de la salud y más en un país que lucha por tomar un lugar de peso en el mundo.