Mi compra semanal se convierte, en ocasiones, en una operación bastante complicada. No sé si a vosotros os ocurrirá lo mismo, pero suelo detenerme en según qué productos a leer con detenimiento las etiquetas de sus envases y comparo distintas marcas para ver cuál me parece más saludable. Por eso me interesa especialmente cómo se realizará la reducción de la publicidad engañosa en los alimentos.
Desde el pasado 14 de diciembre, el argumento de propiedades saludables no demostradas científicamente está prohibida en la publicidad de los alimentos. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición es la encargada de velar por el cumplimiento de la norma europea, que deberá aplicarse no sólo en la publicidad en los medios de comunicación, sino también en las etiquetas y los envases de los alimentos.
Esto obligará a que muchos alimentos modifiquen su publicidad por otra "menos" engañosa. Y digo esto porque, a menos que seamos expertos en nutrición, no vamos a poder conocer al cien por cien las propiedades saludables de un producto, el cual puede ser vitaminado pero con una alta concentración de grasas o azúcares. Al menos yo no me veo capaz de ello ¿Y vosotros? Me parece que ese es el talón de Aquiles de la cuestión.
La Organización de Consumidores y Usuarios ya se ha pronunciado al respecto y anima a las autoridades comunitarias a que definan urgentemente los perfiles nutricionales de los alimentos. Se ha dado un paso importante, pero como consumidora me sigue preocupando cómo se realizará la reducción de la publicidad engañosa en los alimentos.
Fotos | Dylan_Payne y Simon Shek Vía | OCU En Directo al Paladar | Europa reconoce los efectos saludables de nuestro aceite de oliva En Directo al Paladar | ¿Publicidad engañosa o consumidor inconsciente? La denuncia de una madre contra Nutella en EEUU
