El tema de cuándo salar la carne, si antes de ponerla en la plancha o una vez que ya está asada, es muy discutido, existen dos posturas y cada cocinero es el que decide cuándo prefiere salar la carne.
Los que defendemos la postura de salar la carne una que vez está asada, lo hacemos porque la sal hace que se pierdan los jugos esenciales de la carne, quedando más seca e incluso más dura. Al estar la carne directamente expuesta al calor, se forma una capa crujiente y dorada que mantiene todos sus jugos en el interior. Por supuesto, la carne tampoco se puede pinchar.
Nuestro método para asar la carne es, ponerla sin salar y dejar hacer la crosta crujiente, al darle la vuelta para hacerla por la otra cara, es cuando salamos la parte cocinada y cuando servimos en el plato, salamos la cara que faltaba. También le da un sabor delicioso echar un chorrito de aceite crudo cuando la carne ya está en el plato.
Por otro lado, los defensores de salar la carne antes de asarla, afirman que queda más sabrosa, ya que absorbe mejor la sal y dependiendo de la carne a cocinar, apuestan por la sal fina o la sal gorda, aunque claro, eso también lo hacemos los que echamos la sal cuando ya se ha cocinado.
Y tú, ¿cuándo prefieres salar la carne, antes de asarla o después?