Pesticidas, hormonas y otros contaminantes que se utilizan en Estados Unidos para el engorde de su ganado, son los causantes de la baja fertilidad de los hombres cuyas madres ingirieron grandes cantidades de carne de ternera mientras estaban embarazadas.
Cuanta mayor cantidad de carne de ternera consumieron las mujeres embarazadas, menor concentración de esperma mostraron los hijos. En cómputo global, las madres de los hombres estudiados consumían carne de ternera una media de 4,3 veces a la semana. 51 de las consultadas la consumían todos los días e incluso más de una vez, y sus hijos varones vieron reducido su esperma en un 24%.
El estudio publicado en la revista Human Reproduction ha sido realizado por científicos de la Universidad de Rochester en Nueva York entre el 2000 y el 2005, y sobre 387 varones nacidos entre 1949 y 1983, para lo que solicitaron información a las madres sobre la alimentación que llevaron durante el embarazo.
Shanna Swan, directora del equipo de investigación, y epidemióloga reproductiva y ambiental, afirma que estos datos no se pueden trasladar a otros países, ya que culpan a esta subfertilidad a las hormonas que inyectan a los animales para su cría y crecimiento en Estados Unidos. En ese país ya prohibieron el uso de una hormona sintética, el dietilstibestrol, pero se siguen utilizando otros esteroides naturales como el estradiol, la testosterona y la progesterona, y sintéticos, como el zeranol, el acetato trenbolono y el acetato melengestrol.
Recomiendan realizar un estudio similar en la UE para corroborar esta relación entre la carne de ternera, las hormonas con las que son engordadas y la futura fertilidad de los varones.
Está claro que algo sacarán, todavía no sabemos lo que comemos.
Vía | Yahoo News Más información | Terra Más información | Human Reproduction