El CrustaStun, aturdidor de crustáceos

Seguro que algún crustáceo será degustado por todos nosotros en estos días, y más de uno tendremos que prepararlo. Pues bien, si te pasa como a los ingleses que les da cierto repelús ver como el animal se muere en esos cinco minutos de cocción, ya está en el mercado el CrustaStun, un aturdidor de crustáceos. El mecanismo, inventado por el británico Simon Buckhaven, es bien sencillo, se trata simplemente de un dispositivo eléctrico incorporado al tanque en el que se guardan los crustáceos y que emite una descarga que deja a los animales aturdidos e insensibles al dolor. A continuación, solo queda cocerlos de la forma tradicional.

Desde la empresa que los comercializa nos dicen que el interés en Europa por este dispositivo está aumentando, sin embargo preguntado a los científicos sobre el tema, no están muy

convencidos sobre la capacidad de los crustáceos para sentir dolor y recordándonos la facilidad con que estos pueden desprenderse de un miembro cuando se ven acosados, ni tampoco sobre si la electrocución es, al fin y al cabo, un procedimiento más humano que la cocción directa.

Si como los científicos tenéis dudas, os dejo la forma de cocción de el célebre Picadillo, autor de un tratado de cocina práctica considerado por muchos como la auténtica biblia de la cocina tradicional gallega: «para cocer la langosta es necesario colocarla viva y fuertemente atada en un recipiente a propósito, cubrirla de agua, salándola abundantemente. Hecha esta operación se coloca el recipiente al fuego y, cuando el agua ha hervido por espacio de cinco o seis minutos, se retira y se deja enfriar».

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