Un ingenio electrónico colocado en las botellas de vino, pretende sustituir el trabajo del sumiller. La opinión de los profesionales del sector es bastante negativa.
La empresa italiana Modulgraf ha creado este ingenio, según explica el presidente de esta empresa, Daniele Barontini, “la idea consiste en llevar un enólogo a la mesa, de manera que cada vino se pueda explicar a si mismo en primera persona. La etiqueta podrá decir como se puede disfrutar de este vino, cual es su origen… Todo lo que te diría un sumiller.”
Esta etiqueta electrónica, provoca curiosidad y a su vez escepticismo, es difícil imaginar que un chip adherido a una etiqueta podrá sustituir al sumiller. Pero creemos entender que esta profesión no la podrá realizar este chip, dado que siempre hay información adicional como la interpretación del vino mismo de cada sumiller, o simplemente añadir que el vino es un referente cultural y social arraigado y que la personalización del sumiller es más que importante en esta cultura.
Además, el vino debe ser siempre interpretado por el sumiller y el cliente a la vez, un chip que repita siempre la misma canción y que es ajeno a la situación, no merece nuestra atención.
La realidad es que ha suscitado polémica y que este invento puede acabar con el enfrentamiento de la palabra, es decir la relación entre el experto y el cliente. Hay que recordar que un sumiller tiene la perspicacia de ofrecer al cliente lo más adecuado para él, ya que todos los clientes son distintos, y la etiqueta corta a todos por el mismo patrón.
Bueno, ¿qué opinas tú de la etiqueta sustituta del sumiller?
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