En Estados Unidos se intentan dar los pasos necesarios para que los consumidores disfruten de los alimentos con conocimiento de causa, saber qué se ingiere y cuántas calorías se están aportando al organismo puede contribuir a reducir el sobrepeso y la obesidad. Por ello, los responsables de los servicios de sanidad de Nueva York van a intentar nuevamente obligar a las cadenas de fast food a incorporar la información de las calorías de los productos que anuncian en los carteles que sitúan en sus mostradores para promocionar sus productos. La información es vital y por eso, la Junta de Salud Neoyorkina volverá a solicitar a Burger King o McDonald's, entre otros establecimientos, que indiquen las calorías de cada producto del mismo modo que destacan sus precios y ya puestos, no estaría de más que incluyeran un pequeño resumen nutricional. Los responsables de la salud creen que esto permitirá que los consumidores reaccionen y se den cuenta de que simplemente con el almuerzo podrían estar ingiriendo hasta la mitad de las calorías que necesitan durante el día en curso (unas 2000 calorías) y hay que tener en cuenta que todavía quedan algunas comidas por realizar.
Lo que resulta gracioso es que un juez vetara el plan de obligar a los fast food incluir las calorías en los grandes carteles, como si no conociera la relación que tiene con el alto índice de sobrepeso y obesidad que se sufre en Estados Unidos. ¿Recibiría algún sobre por debajo de la mesa? Muchos de los problemas de salud que se sufren, como puede ser la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, etc., están relacionadas directamente con el exceso de peso y de ello también son conscientes las cadenas de comida rápida, pero al parecer les importa más el beneficio económico que la salud de sus clientes.
Vía | New York Times