¿Habéis conseguido alguna vez manejar una manga pastelera con éxito? Para mí es una de las actividades más difíciles relacionadas con la repostería. Cuando veo una tarta decorada con rosetones, cenefas y enrejados no puedo evitar sentir una punzada de envidia, así que ya podéis imaginaros lo abiertos que se me quedaron los ojos al descubrir estos graffitis de azúcar.
Shelley Miller es una artista canadiense de reconocido prestigio que se ha especializado en murales de azúcar sobre paredes urbanas. Lo cierto es que su trabajo me parece espectacular, consigue convertir cualquier edificio en un adornado pastel de cumpleaños gigante. Una dulce forma de embellecer cualquier ciudad.
El último graffiti azucarado lo realizó esta artista en el Metro Hall de su ciudad, con ocasión de la octava edición del Scotiabank Nuit Blanche 2012, el Festival de Arte Contemporáneo de Toronto. Miller y su equipo de ayudantes realizaron un muro de "throw-ups " (graffiti pintado rápidamente) con uno de sus diseños característicos, mezcla de estilo clásico con motivos contemporáneos.
Arte efímero pues depende del paso del tiempo, aunque puede que eso añada un atractivo más a estas obras y cuando empiecen a derretirse parezcan cobrar vida. Imagino que estos graffitis de azúcar además de admirarse por la vista podrán ser percibidos también por el resto de sentidos: olfato, gusto o tacto ¿Estarán vigilados los murales de Miller para evitar algún lengüetazo indeseado?
Vía | Project Blog En Directo al Paladar | Arte en el plato por Andrea Bricco En Directo al Paladar | Puntada a puntada el arte se cuela en nuestras cocina
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