Al parecer, la pasada semana la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken fue acusada en China de utilizar determinadas sustancias cancerígenas como el trisilicato de magnesio en el aceite con el que se fríen sus productos. Esta sustancia se emplearía para poder prolongar la vida útil del aceite.
Kentucky Fried Chicken indica que la Administración Estatal de Drogas y Alimentos Norteamericana aprobó el uso de esta sustancia, pero de todos modos se compromete a dejar de usarla si es que incumple las regularizaciones chinas sobre el uso y control alimentario.
El caso es que la cadena de comida rápida ya ha sido acusada en China en ocasiones anteriores sobre el uso de otros ingredientes nocivos para la salud, como fue el caso del colorante cancerígeno Sudan I o las grasas artificiales. China está evolucionando y los controles alimentarios y sanitarios para garantizar una alimentación más sana a su población destapará el deficiente proceder de algunas empresas instauradas en el país.
Si ciertamente las empresas de comida rápida pretenden lavar su imagen en los países occidentales, también es cierto que algunas empresas se aprovechan de las escasas medidas de seguridad alimentaria en otras partes del mundo, campan a sus anchas sin importarles los efectos negativos para la salud de sus prácticas alimenarias, pero pronto China se encontrará fuera de su punto de mira.
Vía | Terra Más información | Kentucky Fried Chicken