Este vídeo demuestra los poderosos conservantes, aditivos y demás sustancias que utiliza la cadena de comida rápida McDonald´s en los productos que ofrecen a los consumidores, pero especialmente destacamos la resistencia del Big Mac y de las tradicionales patatas fritas.
En el experimento en cuestión se introducen en varios tarros de cristal algunas de las hamburguesas que podemos adquirir en McDonald´s, la llamada Cuarto de libra, el Big Mac, Chiken McGrill, etc. También se introducen dos tipos de patatas fritas, las clásicas que suelen ofrecer y otras de tamaño extra muy gruesas. No perdáis detalle sobre el proceso que se desarrolla en el vídeo, en el que nos muestran el estado de estos alimentos al cabo de una, dos, tres y hasta 10 semanas después de haberlos introducido en el tarro.
El premio a la conservación se lo llevan las patatas fritas, que después de haber pasado 10 semanas, tienen una apariencia que se podría decir "comestible", aunque dudamos mucho que sea así.
En cuanto a las hamburguesas, la más resistente fue la abanderada de la cadena, ya que fue la última en mostrar los signos de descomposición pertinentes. Sin duda, este vídeo hace pensarse más el acudir a comer a McDonald´s.