Ya hace algunos meses que estamos hablando sobre las subidas del precio de determinados alimentos y hemos apuntado siempre una causa principal y otra secundaria, los biocombustibles y la especulación. Fue muy graciosa entonces la intervención de José Puxeu, secretario general de agricultura del MAPA cuando indicaba de forma tajante que los biocombustibles no distorsionarían el mercado de la alimentación, de ello hablábamos en el post ¿Los biocombustibles no inciden en el mercado alimentario?
Con respecto a la especulación, también hacíamos referencia de ello en el post La subida del precio de algunos alimentos podría estar sujeta a un nuevo método para infringir la normativa de la competencia, aunque en nuestra opinión la situación que estamos viviendo se debe a una conjunción de ambas causas. La subida del precio de los cereales provoca un notable aumento del coste de algunos productos alimentarios, de ello no hay duda, algunas marcas como Campofrío, Bimbo o Danone ya nos advierten que en breve el precio de sus productos va a aumentar hasta un 10%, una subida que muchos desearían tener en su salario. Hace poco comentábamos que comer se convertirá en un lujo y así es, esto es sólo el comienzo, para el próximo año se esperan nuevas subidas acordes a la mayor producción de biocombustibles, mayor demanda y menor oferta es lo que tiene.
Como todas las noticias negativas en las que los consumidores pueden poner el grito en el cielo, se dan de forma moderada para que el impacto no sea tan severo y siempre adornando un poco la situación, las marcas que antes hemos citado aseguran que un 10% será el tope de aumento y dependiendo del producto este encarecimiento podría ser menor. Además, indican que deberían subir más los precios pero no lo hacen para mantener las ventas, algo que no creemos.
Los biocombustibles perjudican directamente a la población en el tema de la alimentación, aunque hemos conocido un estudio que podría cambiar las cosas si es secundado por otros científicos. Según las investigaciones del Premio Nobel de Química, Paul Crutzen, los biocombustibles no son un gran aliado medioambiental, pues son más dañinos que los combustibles fósiles. El motivo es la emisión de gases resultantes de los cultivos de biocombustibles, que llegan a generar hasta el doble de óxido nitroso (N2O), un gas que aumenta de forma más contundente el efecto invernadero.
Los biocombustibles son un problema, en absoluto una solución, al menos esto es lo que podemos percibir la mayoría de los consumidores.
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