El pasado mes de noviembre la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición hizo pública la recomendación de limitar el uso de guantes de látex en la práctica alimentaria, ya que un uso excesivo e inadecuado puede provocar alergias en los consumidores.
Son muchas las cocinas o empresas alimentarias que utilizan guantes de látex para trabajar, pero esto no garantiza mayor higiene en la manipulación de los alimentos, casi se podría decir que incluso se presta menos atención al lavado de manos, pudiendo provocar una contaminación cruzada de los alimentos.
Pero no sólo este es el problema, como decíamos al principio, está demostrado científicamente que se transfieren proteínas de látex de los guantes a los alimentos manipulados con ellos, pudiendo causar reacciones alérgicas a las personas sensibles a este material.
La normativa europea no considera la posible reacción que puede provocar el látex en los alimentos y como consecuencia, en las personas, pero tampoco se obliga a utilizar guantes en la práctica alimentaria.
Así que lo mejor es trabajar con las manos bien limpias y siguiendo los parámetros de higiene necesarios con el cambio de alimentos, la manipulación de otros utensilios, etc. Sólo se deben utilizar los guantes en caso de que sea estrictamente necesario por las características del trabajo o del trabajador, como puede ser el tener heridas en las manos.
Si se utilizan guantes deberán ser de un color que no se confunda con los alimentos para poder apreciarlo en caso de que se desprenda una partícula. No deben llevarse anillos, pulseras ni relojes para evitar que se rompan los guantes, además deben cambiarse cada vez que se vaya a cambiar de procedimiento o alimento y si no son desechables, deben lavarse bien por dentro y por fuera, dejándolos secar del revés.