Quien más quien menos ya habrá hablado con el resto de la familia dónde organizar las reuniones familiares con motivo de las fiestas de Navidad y ya os estaréis imaginando la que se os viene encima en el caso de que os toque poner la casa, la cocina y en definitiva todo el trabajo. Ahora son días de resignación que se convertirán en nervios para que esté todo a punto el día de las comidas de Navidad. Pues bien, lo mejor es planificarse con antelación para que todo salga a pedir de boca.
¿Qué cosas debemos tener en cuenta para la preparación de las comidas de Navidad? Son tantas, que seguro que alguna se me pasa. Pero veamos. Lo primero será pensar en la cena, ¿lo hacemos todo o cada invitado trae una parte? Primera pregunta. Lo segundo será pensar en el sitio, en tu casa, en cómo decorarla, qué cosas hacen falta para la mesa. Pero para estas preguntas ya no tendréis tantas dudas si hemos leido el post sobré cómo decorar la mesa de Navidad.
Cómo planificarse ante las comidas de Navidad
Si ya sabemos que nos toca cocinar en las comidas de Navidad, seguramente ya tendremos claro el menú, y si no poco nos faltará para saberlo. Lo primero será comprar los ingredientes principales y congelarlos. Pero de eso ya os hablamos. Vamos a adentrarnos en los últimos días. Cuando la nevera está a reventar porque ya no cabe nada más. Y tenemos que empezar a hacer un tetris para guardar lo cocinado y lo que queda por cocinar.
Si os sentís identificados con esa estampa la mejor solución es hacer comidas colaborativas. Una especie de coworking navideño. Se acabo la esclavitud en la fiestas, empieza a delegar cosas en los invitados, en los que generalmente vienen a mesa puesta y todo el mundo tan contento. Pero claro, es que ellos no saben las 12 horas que llevas metido en la cocina ese día, más las compras y más horas en la cocina los días anteriores.
El coworking podemos centrarlo en algunos platos como pueden ser aperitivos, entrantes, alguna guarnición y los postres. Y aunque todo es complicado de llevar ya cocinado, hay que pedir a los invitados que se esfuercen por estrujarse el coco. Tu, el capitán de navío y el resto a tus ordenes. Planifica el menú, que no haya cosas en la mesa que no casen con el resto, distribuye el trabajo y el presupuesto y que cada uno haga una parte.
También podemos pensar en comprar algunas cosas ya preparadas o que les falte poca cosa. Por ejemplo, hay muchos platos de cuarta y quinta gama que nos pueden venir bien. Se trata de terminar de montarlos o de solo cocinarlos en el último momento. Esto, aunque pueda ser ligeramente más caro que hacerlo desde el principio nos puede hacer ahorrar mucho tiempo y esfuerzo.
Otra cuestión es sobre algo que os he comentado, el reparto de presupuesto. El esfuerzo económico que tenemos que hacer para que coma toda la familia es bastante grande. Así que junta tickets de compra, puntúa lo que se haya destinado a hacer la comida y divide entre familias o personas. Que cada uno aporte su granito de arena también ahí. Y más estas navidades.
Al final será inevitable el trabajo y las horas de cocina, incluso los nervios, pero al menos este año habrás disfrutado algo más de las fiestas. Y no estarás deseando que pasen cuanto antes.
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