Un producto nuevo que aparece en el mercado, tiene una media de vida de unos 10 meses, es decir, pasado este tiempo, lo retiran. Si se trata de un producto de calidad y que además nos acostumbramos a él, resulta un fastidio su desaparición. Ahora podemos entender por ejemplo, la desaparición de algunos productos lácteos que nos gustaban una barbaridad, como era el yogur de naranja.
Según un estudio del MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), el 80% de los productos alimentarios novedosos no se mantienen en el mercado más de 10 meses. Dentro de los productos novedosos se encuentran los derivados lácteos o los platos preparados.
El estudio indica que los consumidores son más exigentes, buscan productos con una gran calidad y por tanto es necesario en las empresas alimentarías un mayor desarrollo tecnológico y mayor investigación para satisfacer las exigencias del consumidor.
Las influencias ejercidas en el consumidor son el aumento del nivel de vida relacionado con una mayor capacidad de gasto en productos básicos pero con más valor añadido, mejores presentaciones, vida útil, sabor, etc.
Aunque nos parece que no es del todo cierto, la primera premisa para las empresas alimentarías es la rentabilidad, seguido de la productividad y finalmente la calidad para satisfacer al consumidor. Muchos productos han sido retirados del mercado a pesar de que eran de una gran calidad sólo porque no cumplían los números pronosticados. ¿Qué opinas tú al respecto?
Más información | MAPA