Una vez detectada la encefalopatía espongiforme (el mal de las vacas locas), las autoridades se pusieron manos a la obra por si los piensos con los que se alimentaba a los peces de piscifactoría podrían transmitir esa enfermedad. Tras un estudio de 6 años, auspiciado por la Unión Europea y en el que han participado científicos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, dependiente del CSIC, en colaboración con el Instituto Superiore di Sanitá de Roma y la Universidad de Milán, han llegado a la conclusión de que los peces de piscifactoría no transmiten el mal de las vacas locas. Aunque precisan que “la transmisión es posible, pero hemos comprobado que no es probable.”
Para llegar a estas conclusiones realizaron el estudio con truchas y rodaballos a los que infectaron experimentalmente con scrapie
(variante ovina de la encefalopatía espongiforme), y observaron que los peces eliminaban rápidamente la carga infecciosa, no llegando ninguno a contraer la enfermad. De todas formas, las Administraciones, para mayor seguridad, han puesto en marcha un segundo estudio en la que los peces estarán sometidos a mayores dosis de scrapie y de forma mas intensa con el fin d determinar la infección residual por tejidos.
En este segundo proyecto participan la Universidad de Milán, el Centro para la Investigación y Tecnología de Tesalónica y la School of Veterinary Science de Oslo, además del Instituto de Investigaciones Marinas. De momento, los resultados van en la línea de la investigación anterior.
Vía | farodevigo