El Parlamento Europeo está realizando mayores esfuerzos para la evaluación de las sustancias aromáticas y enzimas que se introducen en la fabricación de alimentos y propone mayor control y exigencia en su uso, e incluso la restricción siempre que sea posible.
En el sector agroalimentario de la Unión Europea se han registrado más de 2.600 tipos de aromas naturales o artificiales, también se usan las enzimas cada vez más. No en todos los estados miembros de la UE están aceptados los mismos aromas artificiales, por lo que también se desea unificar la lista autorizada, además de hacer una relación de los productos prohibidos y poner límites de uso para ciertos aditivos.
Hace un par de días la Comisión de Sanidad y Medio Ambiente del Parlamento Europeo aprobó dos reglamentos, que las condiciones para su autorización sean más estrictas y más exigencias para que un producto incluya el mensaje “aroma natural”.
Reclaman que los aromas sólo se usen cuando “tecnológicamente” sea necesario, es decir, cuando los fabricantes no puedan conseguir el producto final deseado a base de especias. En este sentido, o con este enfoque, parece que no vaya a haber solución si es el propio fabricante el que valora cómo debe saber y oler su producto, conociendo además cómo conquistar el paladar del consumidor.
También solicitaron que se estudie en profundidad cómo influyen los aromas en los hábitos alimenticios, sobre todo en los niños, el refuerzo en las reglas de etiquetado, pudiendo considerarse un aroma natural sólo cuando la sustancia aromática sea en un 95% natural.
Tras la aprobación en la eurocámara, deberá ser votada por el Consejo de Ministros de la UE y después volverá al Parlamento Europeo. Las sustancias que aparecerán en las listas autorizadas serán valoradas por la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA), quien proporcionará la seguridad de que los aditivos no son perjudiciales para la salud.
Vía | Consumer Más información | Agroinformación