Para mejorar la calidad nutricional de los alimentos y sus propiedades, se utiliza la nanotecnología alimentaria. Con esta nueva tecnología se pueden controlar y moldear los productos a una diminuta escala, de 1 a 100 nanometros. La idea es mejorar las cualidades de los alimentos de manera que se pueda realizar la dispersión de determinados nutrientes o mejorar la disponibilidad de éstos gracias a la formación de nanoemulsiones o nanocápsulas entre otras opciones.
Por poner un ejemplo, gracias a estas nuevas técnicas se puede dar un sabor salado a un determinado producto en el que el contenido en sal sea especialmente bajo. También es posible aplicar la nanotecnología agroalimentaria en los embalajes para evitar que la humedad, las bacterias o el propio oxígeno deterioren los alimentos y no nos demos cuenta. Simplemente cuando un producto se encuentre en mal estado, automáticamente el embalaje que lo contiene cambiará de color.
La nanotecnología agroalimentaria es aplicable a todo lo que se relaciona con la alimentación, como por ejemplo, nanosensores localizados en distintos puntos de un cultivo informando sobre las carencias o necesidades de éstos, nanochips que identifican los animales o las nanopartículas medicamentales que se administran a los animales para que se encuentren en perfecto estado de salud.
Gracias a las nuevas tecnologías es posible lograr un control exhaustivo en cuanto a los alimentos se refiere, antaño eran impensables estas nuevas técnicas, pero hoy en día la aplicación de ellas facilita que el consumidor tenga productos de óptima calidad en su mesa.
Vía | Agrodigital Más información | Euroresidentes Más información | Isb