Seguramente un consumidor disfrutará más de una pieza de carne de un animal cuyos cuidados mínimos hayan garantizado su bienestar durante su crecimiento, que no aquella pieza de carne proveniente de un animal que ha sufrido un trato inapropiado, como pudiera ser el caso de los pollos de los que se abastecía McDonald´s hace algunos años.
Éstos se encontraban confinados en unas minúsculas jaulas que no permitían su movimiento, además estaban suspendidas en el aire con una exclusiva finalidad, recoger los excrementos en una balsa que posteriormente se reciclaba, ya que indicaban que en los excrementos todavía existían nutrientes para el engorde. Otro ejemplo es el que nos proporciona el blog Peccataminuta, podrás comprobar cómo se tratan en algunos sitios a los animales destinados al consumo humano, hay que decir que es realmente lamentable. Tras este preámbulo, retomamos el tema, ¿pagarías más por un alimento que contara con una garantía de bienestar animal?
Según la noticia que nos proporciona Consumaseguridad, los consumidores europeos sí que están dispuestos a pagar más para garantizar un estándar de bienestar animal. Esta es la respuesta que se desprende de una encuesta del Eurobarómetro.
El bienestar animal es un tema que preocupa, pero pagar por ello no debiera ser una práctica, se debería exigir a los productores ese trato digno e imponer sanciones a quienes no lo procesen. En ningún caso tendríamos por qué desembolsar una cantidad de dinero por algo que no se paga, el comportamiento moral y ético.
Garantizar un bienestar animal a través de la inversión del consumidor, en nuestra opinión es un atraco, que se encarguen los respectivos gobiernos de cada país de la UE para que se garantice ese trato y no nos saquemos otra excusa para hacer pagar más al consumidor.
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