Qué hacer con una cazuela quemada y para rematar el título incluiré: “Caso práctico”. Para los que estamos todo el día entre fogones no hay nada más preciado que nuestros cacharros de cocina. En eso seguro que todo estamos de acuerdo. ¿Entonces, qué ocurre si por un olvido llegáis a la cocina y veis lo de la foto? (después de “leer más”)
Debo decir que es una foto real. La cocotte es real, lo carbonizado es real… tan real que es mio. Sí, en mi cocina algunas veces también se queman las cosas. Cazuelas la verdad que muy pocas veces se me han quemado, pero el trabajo a veces es tan agobiante o simplemente tienes otras cosas en mente que los despistes acaban en cosas como esta.
Claves para recuperar una cazuela quemada
En muchas ocasiones el quemado y el trabajo que hay que hacer para recuperarlo es tanto y los resultados tan inciertos que sinceramente, no hubiese sido la primera vez que he tirado un cazo o una sartén (si ya tenían mucho uso, también hay que decirlo) antes de solucionarlo. Pero en esta ocasión estamos hablando de una cocotte de un precio de unos 180 euros, así que conviene por el bien del bolsillo esforzarse y dedicar tiempo a limpiarla.
¿Pero es posible? ¿Podemos quitar lo quemado del fondo de la cazuela sin estropearla demasiado? En una ocasión una compañera de trabajo se puso a cocer agua con lejía, ya la verdad que el resultado fue muy bueno y rápido (eso sí, con la campana extractora dada). Tuvo que rascar y además la olla era de acero inox.
En esta ocasión ese truco no me servía. Primero, no tenía lejía. Segundo, aunque hubiese tenido parece que la lejía salta el esmaltado de cerámica de la cocotte. Así que fui a Twitter y me dieron un consejo, cocer vinagre y agua a fuego suave. Bueno, la verdad que he tardado mucho tiempo y he seguido estos pasos:
Quitar lo pegado que puedas sacar fácilmente enjuagando y sacando sin rascar mucho.
Después puse 1 litro de vinagre y 1 litro de agua a cocer unos 20 minutos. También me aconsejaron (a parte de la lejía), cocer con detergente.
A continuación comprobaréis que se ha despegado parte o se ablandado parte de lo negro. He colado la solución y he empezado a frotar un poco, con esponjas que no rallen. El tema esponja de aluminio es mejor solo para superficies que no sean de cerámica como esta.
Volver a cocer otros 20 minutos y terminar rascando (no muy fuerte para no rallar en la medida de lo posible). No aconsejable para las que tengáis las uñas largas.
En fin, el resultado es el que veis. La verdad que no las tengo todas conmigo, no es la primera vez que algo quemado y recuperado no da problemas después con el resto de comidas y se vuelven a pegar sin necesidad de mucha ayuda. Ya os contaré. ¿Conocéis otros trucos para solucionar cazuelas quemadas?
En Directo al Paladar | El Museo de la comida quemada