El mes pasado conocíamos a través de los medios de comunicación una curiosa noticia que afectaba especialmente a Castilla y León, se trataba de una plaga de topillos, un pequeño mamífero que estaba asolando las cosechas y causaba distintos problemas. Sin embargo, lo que puede resultar una desgracia para unos, para otros es una gran bendición.
Una situación similar ocurría en el sur de China, unos 2.000 millones de ratones de campo estaban atacando los cultivos de esa zona y los campesinos se sentían impotentes por no poder evitar la asolación de sus cultivos. Pero resulta que estos ratones son considerados un manjar en los restaurantes cantoneses, de hecho, camiones de ratones son vendidos en un mercado negro que abastece a la capital provincial Cantón (provincia de Guangdong).
La carne de ratón es considerada un exquisito manjar, más apreciado que la ternera o el cerdo y a pesar de que hace unos años se prohibió la comercialización de esta carne cuando se relacionó con una grave enfermedad (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave), se hacen oídos sordos y se sigue degustando con placer.
Hasta 300 kilos diarios de ratones se consumen creyendo que, como se trata de ratones de campo, son una verdadera delicatessen, veremos de qué modo acaba esta voracidad felina que tienen los cantoneses.
No hemos probado el sabor de esta carne para poderla juzgar y seguramente no lo haríamos por los peligros que encierra según indican los expertos. Aunque si no existiera peligro alguno, no dudaríamos en probarla, todos somos conscientes de que hemos comido alimentos que si hubiéramos visto su elaboración o los compuestos que presentan, seguramente nos horrorizaríamos.
Vía | El Semanal Digital Más información | La Vanguardia Más información | El Mundo