Esta mañana estaba leyendo el periódico y me ha sorprendido la noticia de un reality show gastronómico que triunfa en Argentina, una especie de Gran Hermano para obesos que está en su tercera edición y comienza en otros países latinoamericanos como Chile. Cuestión de peso, como se llama el espacio televisivo, utiliza la gran pantalla para luchar contra el sobrepeso. Las reglas del juego son muy sencillas: los concursantes, que sufren obesidad, tienen que perder cada semana el 1% de su peso. Lo único que varía en este concurso es el poder de la audiencia, ya que el encargado de expulsar cada semana es una báscula de precisión.
Cabe destacar que tampoco hay maletines llenos de dinero ni carreras profesionales esperando, el premio es mucho más saludable: un tratamiento de por vida para controlar su peso y cuidarse.
Durante su estancia en Cuestión de Peso, los más de 10 concursantes están con un equipo de dietistas, nutricionistas, psicólogos, entrenadores personal y chefs que les ayudan a cambiar sus hábitos alimenticios y de vida. Se insiste en la práctica del ejercicio, de forma divertida y sin impacto para sus huesos.
Los requisitos para ser concursantes son tres: estar obeso, ser sociable y , cito textualmente al doctor ideólogo de este concurso, “ cosas que contar: alguien que haya perdido a una pareja por su sobrepeso u otra persona que no pueda tener hijos por su volumen”
Después de esta información, me asaltan las dudas…Creo que la televisión es un buen medio para ayudar a concienciarnos de la necesidad de una alimentación completa, variada y sana; pero no que lo conviertan en excusa para hacer un reality. Al igual que. aprovecharse de las desgracias ajenas causadas por el sobrepeso o el motivo que sea, me parece deleznable.
Parece que en la televisión todo vale. Aunque lo que es un hecho innegable es que es un concurso con unos niveles de audiencia maravillosos para las televisiones. ¿Creéis que tendría éxito en nuestro país?
Vía | El Mundo