I'm sorry for what I said when I was hungry --o lo que es lo mismo, siento lo que dije cuando tenía hambre-- es el lema que aparece en esta hilarante pero sincera tarjeta de PrintSmitten que me ha hecho reflexionar sobre el mal humor que me entra cuando llevo tiempo sin comer y me falla la energía.
Normalmente soy una persona afable, optimista y bastante simpática. Por lo general todo me parece bien y asumo los contratiempos con soltura, pero cuando tengo hambre, el más mínimo grano de arena se convierte en el mismísimo Everest y reacciono con agresividad ante cualquier adversidad o dilación que se interponga entre la comida y yo.
No a todo el mundo le pasa esto en la misma medida, una bajada de glucosa en sangre produce efectos diferentes en cada persona, hay quien siente apatía, ansiedad, mareos... y además algunos saben controlarse más que otros.
En mi caso, cuando noto que empiezo a perder uso de la razón por culpa del hambre, trato de comer algo, aunque sea una bolsita de papas o unas aceitunas, pero si estoy en una situación en la que la comida se debe postergar sin remedio, intento evitar el contacto humano para no soltar alguna grosería. Pero he de reconocer que a pesar de todos mis esfuerzos, no me vendría nada mal un cargamento de estas tarjetas para disculparme de lo que digo cuando tengo hambre.
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