Las tradicionales subastas gastronómicas son un patrimonio perteneciente al norte de España, aunque en el sur del país también hacen sus pinitos. Recordemos el queso Idiazabal, nada menos que 6.200 € por la mitad del mejor queso que se produjo en la D.O. Idiazabal, o al menos el queso ganador.
De igual modo, en la subasta que se realiza en Asturias se paga un precio astronómico por el primer ejemplar de salmón que se pesca en aguas asturianas. Un restaurante de Ribadesella pagó la friolera de 12.000 euros por un pez que tenía un peso de 3,7 kilos. ¿por qué no importa pagar semejantes cantidades?
Debemos tener en cuenta que debe ser verdaderamente difícil rentabilizar uno de estos productos que han sido adquiridos en la subasta o ¿quizás no?. La fama, la publicidad o la satisfacción personal hacen que el precio pagado se considere aceptable.
La verdad es que para los de a pie será difícil acceder a la puja de determinados productos y más con esos precios, pero sin duda será todo un espectaculo asistir a alguna de las subastas gastronómicas que puedan realizarse a lo largo de todo el país. ¿conoces tú alguna?
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