Un estudio elaborado por el Kings College pone de manifiesto que las preferencias alimentarias se encuentran condicionadas por el factor genético, algo que no casa con lo que hasta ahora se creía y que indicaba que las preferencias alimentarias estaban condicionadas a la educación y la cultura del individuo.
Las conclusiones se basan en los datos obtenidos de 1.631 parejas de gemelas con edades comprendidas entre los 18 y los 79 años. De este modo se podría estudiar el patrón dietético de los gemelos que presentan una idéntica configuración genética y compararla con aquellas parejas de gemelos que no la presentan. Los resultados mostrarían la influencia que tienen los genes en nuestros gustos alimentarios.
Se identificaron cinco patrones dietéticos genéricos que englobarían a toda la población, la afición por los fritos, las verduras, pescados, etc., la idea es explicar por qué comemos lo que comemos y qué relación puede presentar nuestra dieta con las enfermedades que sufrimos a lo largo de la vida. La reflexión indica que algunas iniciativas para cambiar los hábitos alimenticios podrían no ser efectivas al encontrarse impreso el gusto en la genética, o sea, que no puedes obligar a comer fruta a quien no le gusta porque dicha apetencia no se encuentra en sus genes.
El estudio clasifica los distintos gustos genéticamente hablando, pero sólo se ha utilizado población del Reino Unido (con sus costumbres, gustos y hábitos ya formados, personas a partir de 18 años), quizás sería más efectivo un estudio en el que los participantes sean niños que no hayan desarrollado sus gustos y cuyas influencias culturales no hayan sido todavía marcadas. Es cierto que la genética es un factor fundamental, pero también es cierto que el ser humano se adapta y puede cambiar sus hábitos y costumbres amoldándolas a las circunstancias.
Posiblemente nuestros gustos tengan que ver con la genética, pero en nuestra opinión la cultura y la educación son aspectos que influyen notablemente en ellos. Serán necesarios más estudios y en distintas condiciones para poder asegurar que el gusto no está condicionado por estos aspectos.
Un estudio que dábamos a conocer el año pasado en el post El gusto por ciertos sabores tiene un fuerte componente hereditario, mostraba la relación genética con "algunos sabores", este estudio sí utilizó niños y nos daba mucha más credibilidad en sus resultados. Por cierto, los resultados indicaban que los gemelos tenían idénticas preferencias y la misma escala de apetencia con las carnes o pescados, pero con respecto al resto de alimentos, el estilo de vida y la educación era el condicionante.
Vía | 20 Minutos Más información | King´s College London Más información | Australian Academic Press En bebés y más | El gusto por ciertos sabores tiene un fuerte componente hereditario